4 dic 2014

Mi primera junta (Chispas)

Comprarse un piso mola (te lo digo yo), pero también conlleva una serie de obligaciones que no tienes de inquilino (ni viviendo con tus progenitores, obviamente).


Y es que ayer tuve mi primera junta de vecinos. Y, aparte de perder dos horas (¡¡¡dos horas!!!) de mi vida, me he dado cuenta de que las de la tele no son tan fantasiosas como parece...


Porque que si una se ha acristalado una parte de la terraza y no puede hacerlo, que si hay que pintar una pared del garaje, que si las bajantes están mal y hay que reclamar al constructor, que si la puerta del garaje no cierra bien, que si la luz automática no funciona correctamente, que si las revisiones del ascensor son caras... Pues eso, que dos eternas horas. Eso sí, me llevé una alegría, ya que me enteré de que tenemos superávit y entonces en diciembre no tenemos que pagar la cuota de la comunidad. ¡Bieeeeen!


La parte buena, que me ha servido para ir conociendo a todos los vecinos. Pero también fue una gran decepción, porque la inmensa mayoría eran viejunos jubilados. Excepto el que ahora es ex-presidente de esta nuestra comunidad, que era de unos 30-35 años, rubico, con barba de dos días y guapérrimo (y con pinta de heteruzo algo brutote), otras dos chicas de unos 35-40, otro chico también de 30-35 pero que no era tan guapo, y un andalú con una niña pequeña, los demás creo que no bajaban de los 50... qué tristeza. Mi esperanza, que como no estaban todos los vecinos en la reunión, aún haya algo más con lo que alegrarse la vista.


Y entre los vecinos estaba mi vecina viejuna de al lado, que ríete tú de las supernenas (Emilio, el portero de "Aquí No Hay Quien Viva", dixit). Como no me tenía fichado y su marido sí, hará un par de semanas me oyó cerrar la puerta, y entonces abrió su puerta solamente para ver quién era yo y presentarse. ¡Será cotilla!


Ah, y se me olvidaba lo más importante: la reunión fue en un centro teológico (o algo así). Vamos, que los curas tienen un local en mi edificio y yo sin saberlo (no es en mi portal, que soy tontito pero no tanto). Pero bueno, yo entré y los crucifijos no ardieron... si al final va a ser verdad que en la iglesia caben hasta los invertidos como yo.

6 comentarios:

  1. Y aún así me das envidia, grrr...

    Bueno, piensa que todos esos vecinos que están por los 50 - 60 pueden tener hijos sobre los 20 - 30 y que si son buenos irán de visita de vez en cuando ;-)

    Un saludo.

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    1. Ya. Lo malo de que llegue el ascensor al garaje es que te cruzas menos en el portal.

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  2. Son antológicas algunas reuniones de vecinos... y de las vecinas cotillas ni te cuento.
    Yo tenía una que, a cualquier hora del día que yo entrase o saliese de mi casa la pillaba, balleta en mano, "limpiando" la puerta de su casa.

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    1. En casa de mis progenitores, la del 1° se asoma a la terraza.

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  3. Ains, las vecinas cotillas con aspiraciones a madre postiza que se vuelven peligrosas cuando descubren que no eres suyo y solo suyo... Dissfruta de esas cosillas y del ex-presidente ;)

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    1. A ver si no entra en shock cuando vea que soy un invertido...

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Dime arrrrrgooooo