La idea comenzó como un blog en el que se hablaba un poco de eso (y de otras cosas), y visto el éxito que alcanzó, el señor Diego Manuel Béjar (el autor) decidió que ya era hora de sacar una novela.
¿Y de qué va? A ver, ¿la rubiez no te deja pensar? El título es bastante explícito... Resulta que el protagonista se queda colgado del quiosquero de su barrio, y hace todo lo posible por verlo y no para de fantasear con él. Su mayor deseo es apretárselo, y hará todo lo posible para conseguirlo (incluso irse a vivir con él). ¿Lo conseguirá? Para saberlo, tendrás que leer el libro.
El libro en sí me ha dejado un sabor agridulce. A ver, durante casi todo el libro te partes de la risa con las situaciones y las conversaciones que mantiene el protagonista con su mejor amigo (que además es su ex), y que harán que te recuerdes a ti mismo conversando con alguno de tus amigos y te reconozcas en muchas de las situaciones. Pero parece que no sabía muy bien cómo acabarlo, y la parte del final no me ha terminado de convencer, inventándose una historia un poco peregrina para mi gusto (aparte de que el final final no es para nada sorpresa a poco que seas
Huy es que hay quiosqueros muy apretujables, mismamente el mío y con él también tuve un very-happy-end pero eso ya lo contaré cuando sea archi-famoso, publique mis memorias y me paguen un pastizal por ello jajaja.
ResponderEliminar¡Cuéntalo ahora mismo!
EliminarYo aún no he dado con ninguno achuchable, tendré que seguir buscando.
Bufff, el kioskero de mi pueblo no es muy apretujable, pero si ampliamos el rango...
ResponderEliminarMi timidez me impide tener happy-end o bitter-end, así que dejo las ínfulas literarias para Un-angel o el autor del libro que mencionas.
Un saludo.
No te voy a decir que te vuelvas tan loker como el de libro, pero esa timidez hay que superarla poco a poco.
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