Soy un cuarentón adolescente

Nos hacemos mayores. Es así, es ley de vida, a pesar de que no queramos reconocerlo. Además, todos sabemos que ese momento llega en el instante en que un niño pequeño te llama "señor" (a mí me pasó hace ya unos cuantos años, cuando no tenía ni 25, y fue un shock).

Pero claro, yo soy peculiar hasta en esto. Si resulta que van a tener razón cuando me dicen que no soy normal... Y es que sí, claro que me hago mayor. Empiezo a tener mis entradas (aún pocas), la coronilla tiene algún claro más que antes (nada grave aún), y tengo mis primeras canas (que yo me las veo perfectamente, pero como soy castaño claro pues se disimulan).

¿Pero por qué he puesto lo de "cuarentón adolescente"? Porque, además de todo lo que acabo de decir, y de aparentar menos años de los que tengo (tengo 31 y este verano un chico de 24 me echó 26; cuando le dije los que tenía casi se desmaya, ay pobre), ¡aún me sigue saliendo la barba! Con lo que a mí me gusta una buena barba y nunca podré dejármela... Porque, aparte de salirme a corros, aún me siguen saliendo pelos en zonas nuevas. A este paso me terminará de salir cuando me jubile. Ay, nunca pasaré de admirer.