¡Mi pequeña! (y mis futuras agujetas)

Al fin ayer mi búsqueda concluyó: ¡ya tengo bici! Ay, mi pequeña... (eso para los malpensados que al leer el título han pensado que hablaba de otra cosa y que tendría agujetas de hacer ejercicios en pareja-trío-orgía).

Peeeeero si la última vez que montaste en bici fue en 2008 (fecha aproximada), pues claro, ya veremos qué agujetas más majas me van a salir. Porque la del gimnasio no es lo mismo, querida (que bien sabemos tú y yo que cuando nadie te está mirando pedaleas más despacio). Aquí, si no pedaleas, no avanzas.

¿Y qué he hecho hoy? Pues como seguimos con el caloruzo, me he crecido y me he hecho 9 km de ida (y otros tantos de vuelta) para ir a un lago. Ha molado, pero a ver qué tal estoy mañana... Madre mía, estoy haciendo aquí todo el deporte que no he hecho allí en Espein en todo el año. Eso sí, se me van a poner unas piernas muy majas y un culo duro de esos a los que tiras una moneda y rebota.

Y, como en el fondo estos alemanucos son unos cachondos, atención al cartel que hay antes de entrar al baño de hombres del chiringuito:

Aclaración 1: fuera de España hay que pagar por mear, es así. A veces hay alguien en la puerta que de vez en cuando entra a limpiar y tiene allí un sitio para que le dejes el dinero, a veces hay un torno, o a veces ni eso pero hay un sitio para dejar unas monedas. Pero eso sí, suelen estar impecables.
Aclaración 2: el cartel pone algo así como "piénselo usted: polla pequeña 20 céntimos, polla grande 2 euros", y en el trozo marrón que no se lee algo así como "en un baño limpio le da gusto entrar a todo el mundo, eso vale 20 céntimos, ¿no?".