Orgullo en Stuttgart (2)

Tras la primera parte, ahora continúo con la segunda.

A pesar de que fue un desfile cortito (eché de menos más chulazos, pero bueno), me gustó. ¿Por qué? Por los siguientes motivos:

- Porque salió a la hora prevista.
- Porque no tenía cortes innecesarios (¿qué es eso de que pase un camión de chulazos y el siguiente no llegue hasta 20 minutos después?).
- Porque estaba bien organizado.
- Porque el recorrido estaba delimitado, con vallas o cintas.
- Porque si te abrías la camisa y les ofrecías tu pecho lobo te disparaban agua con las pistolas que llevaban en los camiones, lo que no venía nada mal para refrescarse del caloruzo. (Sí, lo he hecho, ¡y mola!).
- Porque lo controlaban todo un montón de miembros de los cuerpos de seguridad (y vaya miembros y vaya cuerpos).

Y seguro que me dejo algo en el tintero, pero bueno. Total, que aunque es pequeñito (los hay más grandes, como el de Colonia que fue a principios de mes), no está mal. Te lo pasas bien y te alegras la vista.

Y si ya puse las fotos del desfile, ¿de qué van a ir las de hoy? Pues de esos miembros de los cuerpos de seguridad. Aquí está el señor policía (¡espóseme y cachéeme!) que pasaba de vez en cuando delante de nosotros.

Y en la última foto ya se vislumbra junto al policía al verdadero motivo de que me haya gustado tanto este desfile: aquí te dejo en todo su esplendor al encargado de seguridad que vigilaba nuestro trozo de acera. Madredelamorhermoso ayjesúsmaríayjoséytodoslossantos qué guapérrimo.

Y para que lo aprecies bien, te dejo una foto a tamaño grande (pinchando se amplía... creo). Además, me gusta cómo ha quedado la foto en sí, se nota que el fotógrafo muy malo tenía que ser para que una de las mil fotos que le tiró al chulazo no quedara bien es bueno.

Y hasta aquí mi resumen del CSD de Stuttgart. Siento que las fotos no sean mejores, pero estaba en segunda fila, ¡e hice lo que pude hasta que me quedé sin batería en la cámara!